martes, 27 de marzo de 2012

A esperar

Y tal y como os puse en la entrada anterior, los tratamientos van acabando. Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo y como éste hace que veas las cosas de diferente manera. Ahora ves esperanza, ilusión por retomar tu vida y por estar al lado de los tuyos, haciendo las cosas de siempre pero con una pequeña diferencia.
Yo ya no soy la misma.
Y no es que haya cambiado mi forma de ser, sino más bien mi forma de ver la vida. Sigo siendo optimista y más ahora que creo que ese optimismo me ha hecho curar más rápido y mejor, sigo queriendo a los mios, sigo queriendo las mismas cosas de la vida y sigo teniendo ilusión por hacer planes de futuro. Pero ahora vivo las cosas de otro modo.
No me preocupo por pequeñas cosas, porque precisamente son eso, pequeñas. Miro a los ojos de la gente que me habla porque he aprendido que te dicen mucho más que las palabras. De cualquier cosa que me cuenten o que ocurra a mi alrededor , voy a ver siempre la solución o como dicen..... EL VASO SIEMPRE LO VOY A VER MEDIO LLENO. Y lo más importante, estoy disfrutando de todo y todos  los que me rodean. de pasar un día con las amigas, mis dos maris de vitoria ( Ana y Bego), de una buena conversación con mi gran amigo Yago del que siempre aprendes y con el que siempre quiere uno estar, de un ratito de abrazos y caricias con mi amor, mi Javi, el mejor hombre que puede una tener a su lado, del reencuentro con los amigos aquí y allí y de la familia que es lo más importante.
Este blog todavia no acaba. Cerraré este proyecto cuando esté totalmente curada, pero siempre se abrirá cuando alguien lo necesite. El cáncer de mama se cura, las heridas que deja cicatrizan y el amor por los mios y por la vida crece. Tú que lees esto eres de los mios así que ya sabes lo mucho que te lo agradezco.
Seguiré contando.... lo prometo

La RADIOTERAPIA

Hace mucho tiempo que no os cuento como me va y os pido mil perdones. Ya si podemos decir que hemos acabado con los tratamientos que requieren visita al hospital. El último ha sido la radioterapia y os cuento:

Han sido 25 sesiones dónde pasabas por una sala a recibir la radiación. Es indoloro y sólo te piden estar " muy quietita". Al principio pasamos por consulta  para conocer a mi doctora que me explicó en que consistia todo y las posibles consecuencias. A esa cita vino mi madre y a unas cuantas sesiones más antes de volverse a Málaga.


Los días de radioterapia han pasado muy rápido la verdad, y a todos me ha llevado Javi entrando en una rutina horaria que enseguida hicimos muy amena. Todos los viernes tenía a mi control de la piel donde Nati me revisaba para ver que el daño fuera mínimo. Las sesiones eran de lunes a viernes a las 20.30h con lo que era de las últimas y estaba todo bastante tranquilo.
Del tratamiento no hay mucho que destacar, lo más doloroso pudo ser unos pequeños tatuajes que me hicieron por el pecho para delimitar bien la zona a radiar pero fueron unos pinchazos que pasaron rápido.
Lo que más quiero comentar del tratamiento han sido las personas que me han tratado. Al empezar la radio conocí a Maite que es una chica cordobesa amiga de mi cuñada que lo hizo todo más fácil con su "salero". Su pareja de fatigas en el turno de tarde es Edurne, que a pesar de no se andaluza es muy salada y simpática. Todavía recuerdo una sesión que se quedó sola conmigo y madre mia la de vueltas que daba a la camilla para calibrar aquello con precisión. Las dos me animaban mucho desde que entraba por las puertas hasta que me marchaba con un " hasta mañana". A Maite le llegó su cambio de turno y se pasó a las mañanas así que seguí con Edurne y otra chica cuyo nombre no recuerdo pero sé que fue la que me hizo la prueba de escaner el primer día y que también es muy maja.
Y luego está Nati. La dulzura personificada.Sólo la manera en la que te habla te tranquiliza, te da paz y te hace ver que todo lo que está pasando es un proceso normal, evolutivo y que gracias a Dios, acaba.
Y es por todo esto que me costó mucho trabajo despedirme de ellas, porque aunque tienes ganas de acabar, les llegas a coger un cariño particular y les agradeces como se portan contigo, que no es poco.
Por eso quiero agradecer a la unidad de radiología oncológica del hospital Txagorritxu de Vitoria todo lo que han hecho por mí y de nuevo demostrar la buena sanidad pública que tenemos.